“Esta ley es fundamental para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a los medicamentos que necesitan, sin importar su situación económica”, afirmó Aybar.
La Ley Nacional de Genéricos, bajo el número 25.649, establece que se receten medicamentos por el nombre de la droga y no por su nombre comercial. Esto permite que los pacientes puedan acceder a medicamentos más económicos y con la misma eficacia que las marcas comerciales.
Si un afiliado recibe una receta con una marca específica, el profesional de la salud ha incumplido la Ley Nacional de Genéricos. El nombre comercial es ficticio y reduce las opciones, aunque ahora se pueden realizar sugerencias. Al colocar la monodroga, se ofrece la posibilidad de elegir remedios con la misma eficacia pero a distintos precios, adaptándose al bolsillo del afiliado.
La receta electrónica implementada por la Caja de Servicios Sociales es una herramienta clave para garantizar el cumplimiento de la Ley de Genéricos. Esta reduce el margen de error al permitir indicar únicamente medicamentos cubiertos por la obra social, es decir, dentro del vademécum.
Además de beneficiar al paciente, el cumplimiento de la Ley de Genéricos también trae ventajas para el sistema de salud. Al recetar por monodroga, se reducen los gastos innecesarios y se mejora la eficiencia del sistema. “Es necesario que todos los profesionales de la salud se familiaricen con la ley y la apliquen correctamente, ya que es fundamental para garantizar un acceso equitativo a la salud”, explicó Aybar.