El número de la Municipalidad de Río Gallegos está muy por encima, por ejemplo, de la segunda ciudad en importancia de la provincia, que es Caleta Olivia, comuna que además colabora con la provincia, haciendo los aportes por ley a la Caja de Previsión Social y a la Caja de Servicios Sociales, entendiendo su intendente que es un sistema solidario que se debe mantener con el aporte de todos los involucrados.
Así lo cree Analía Farias, intendenta de Piedra Buena quien habló hace unos días sobre el desigual trato que tiene Grasso con los vecinos de las demás ciudades: “Nuestro municipio recibe 10 veces menos de coparticipación que Río Gallegos. Cuando vos escuchas reclamos por la situación de la Caja, pedidos de subsidios a provincia, pero no ves la empatía por los demás por parte de los grandes municipios”.
Hay que resaltar que la mejora de los sistemas de recaudación de la provincia a través de la ASIP, y el aumento de impuestos municipales de un 150% a principios de año, mejoró notablemente la recaudación de Río Gallegos, pero demostró lo lejos que estuvo ese municipio de sostener una política que acompañe a los vecinos en tiempos de crisis, trasladando toda la presión fiscal al ya debilitado bolsillo de los contribuyentes.
En este sentido, el gobierno de Claudio Vidal, ante el contexto de ajuste nacional y aumento de tarifas, y a pesar de haber sufrido una baja considerable de la recaudación por coparticipación de un 15% en el último mes en términos reales, hace su mayor esfuerzo subsidiando tarifas, política que está orientada a quienes más sufren, que son realmente los sectores vulnerables de la sociedad, recordando además que en la actualidad cerca de 70 mil habitantes viven bajo la línea de pobreza en la ciudad capital.
La política no es solo recaudar sino también ser solidarios con los vecinos, con los otros municipios, con los jubilados que necesitan de los aportes y de una visión más integral de comprensión, ante la actual realidad de crisis que se vive en el país.