La creación “tiene que ver con los primeros pasos de las y los trabajadores en la universidad, recordamos unos cuantos años antes se había dado la Reforma Universitaria, que nació en Córdoba y dio el acceso a las clases medias a la universidad, no así el de trabajadoras y trabajadores que acompañaron pero no ingresaron. Tuvo que venir, 30 años después, la Universidad Obrera y tras un año, el 22 de noviembre de 1949, con el decreto de supresión de aranceles se da que el pueblo realmente pueda ingresar a la universidad”, comentó.
Agregó que “todo esto se dio en un contexto de desarrollo económico, de crecimiento, un contexto donde la Argentina estaba produciendo hasta navíos de gran porte”.
Y es acá que Puig hizo un paralelismo con la actualidad del país, que nos “encuentra resistiendo, negandonos a esta realidad que nos quieren imponer, a esta realidad del cierre de las Pymes, de venta de las empresas públicas que producen, a la privatización de prácticamente todas las empresas del Estado en un desguace y desarme, como nos pasa con nuestra querida Yacimientos Río Turbio, como nos pasó con Represas, la obra inconclusa, como nos pasa en algunas cuestiones con la minería, la pesca y el petróleo”.
Hoy en día “el estado de la UTN es el mismo que el de las demás Universidades Públicas, un estado con una mínima esperanza a partir de la media sanción de un proyecto que no es el ideal de financiamiento universitario, pero que fija algunas pautas que si se cumplen va a tratar de dar un mínimo marco para poder subsistir con algún atisbo de dignidad”, sostuvo.
“La verdad que estamos en un proceso contrario a todo eso, la Universidad Tecnológica fue el resultado de una visión y de un plan para un país. El contexto de hoy es el mismo pero al revés, por decirlo de alguna forma. Nos encontramos en un contexto malo, donde la universidad está haciendo lo posible. La Universidad Pública es quien aportó los Premios Nobeles, es quien aporta los profesionales, es la que hace punta en ciencia, técnica e investigación”, dijo.
Finalizando, el decano de la UTN Santa Cruz explicó que “pasamos de tener una industria donde se hace sinergia entre lo público y lo privado, como lo es el INVAP, de exportar reactores nucleares a cerrar nuestras plantas nucleares cuando empiezan. Hoy estamos en ese tipo de procesos, donde la Universidad Pública tiene que acomodar su espacio, hacer pie, acostumbrarse a esta nueva normalidad y ver cómo vamos a seguir sosteniendo esto que es en bien de todos, que es la dignidad del pueblo argentino”.