“En los últimos años notamos un gran aumento de consultas relacionadas con síntomas de ansiedad en adolescentes y niños. La gran mayoría relacionadas con trastornos de ansiedad generalizada y social; también con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)”, anticipa la Lic. Palozzo.
Si bien los especialistas aseguran que el motivo de su aparición es multicausal, y no hay un motivo preciso o una causa única “cuando hablamos de trastornos de ansiedad, especialmente en este momento, además de la injerencia que genera la herencia, el ambiente donde se crece, la pandemia nos ha dejado un costo importante no solamente en lo que hemos vivido de manera angustiante, también por las pérdidas (muchos chicos, muchos adolescentes han perdido a familiares muy cercanos), el miedo ante lo que pueda pasar, la incertidumbre, como también la situación socio económica que nos atraviesa y que atraviesa a las familias y repercute en la escuela”, completa la especialista en trastornos de ansiedad del CEETA.
En este contexto, los profesionales del CEETA indican que “no ayuda que los grandes están cada vez más encerrados en un mundo virtual, en las redes, el uso de la tecnología de manera excesiva contribuye a que cuestiones que son normales en todos los seres humanos como ciertas emociones, sean trastocadas por estas cuestiones”.
Si hablamos de signos de alerta que pueden señalarnos la presencia de un trastorno de ansiedad, “los principales son el miedo intenso, la angustia y la ansiedad ante situaciones puntuales o no y que resultan desmedidas para la situación, miedo a que pueda suceder algo malo, a que le vaya mal en un examen, a pasar vergüenza o quedar en ridículo ante una situación social, o miedo a padecer alguna enfermedad o alguna cuestión particular, preocupación o temor constante que suele verbalizar en forma condicional por ejemplo “Y si… ”. Y agregan también síntomas físicos como dolor de panza, malestar en general, dolor de cabeza recurrente, palpitaciones, temblores, sensación de mareo y falta de aire cuando están expuestos a la situación que genera miedo, “somatizan bastante, el organismo responde muchísimo ante la ansiedad. Cuando afecta de esta manera físicamente, ya estamos hablando de un trastorno de ansiedad. Más aún si a esto le sumamos la evitación experiencial ante la situación particular como levantar la mano en clase, ir a un cumpleaños, o a una salida o no presentarse a un examen por miedo a que me vaya mal”, dice Palozzo.
Cuando empezamos a ver estas señales es momento de consultar con un especialista, más info en www.ceeta.org
A veces estas señales pueden ser normales, generalmente pasan. Cuando la evitación empieza a ser más marcada, y empiezan a sumarse otras cuestiones como irritabilidad, síntomas más relacionados con el estado del ánimo es importante consultar porque cuanto antes se consulta, antes se puede tratar y lograr que esto se revierta más fácil.
“Los trastornos de ansiedad no tratados no mejoran por sí solos, no ceden espontáneamente sino que tienden a complejizarse y a ser cada vez más complicados en cuanto a cómo afectan en la vida diaria. A mayor necesidad de control y evitación, mayor el nivel de ansiedad, generando un círculo vicioso y negativo. Es muy común que se sumen otros trastornos de forma secundaria como síntomas depresivos, por eso es importante la consulta a tiempo”, alerta Cecilia Palozzo.
Y con la palabra depresión es inevitable pensar en la palabra “suicidio” que se ha incrementando entre los adolescentes. “El suicidio tiene estrecha relación con los trastornos del estado de ánimo entre otros, y como los trastornos de ansiedad por lo general van acompañados de síntomas relacionados con los trastornos de estados del ánimo, es importante consultar y no dejarse estar”, asegura la especialista en trastornos de ansiedad y vicedirectora del CEETA.
Otro dato importante es la familia. “La injerencia de la familia es muy importante, sabemos que los trastornos de ansiedad tienen un gran componente hereditario. Es muy frecuente observar cuando hacemos la anamnesis familiar, encontrar algún familiar diagnosticado o no con trastornos de ansiedad. Pero no es solo herencia, al mismo tiempo otro gran componente es el modelaje, cómo se hace frente a situaciones que naturalmente generan ansiedad e incertidumbre y ese modelaje se va transmitiendo. El último factor que necesitamos para que todo este mecanismo se ponga en marcha y genere un Trastorno de Ansiedad es una situación o varios desencadenantes”, amplía Palozzo.
La pandemia vuelve a aparecer como factor desencadenante de muchas enfermedades mentales. “La pandemia pudo haber disparado en muchos casos un trastorno de ansiedad que estaba latente”, aseguran desde el CEETA.
Si bien el tratamiento es hacia la persona en forma individual, trabajar con la familia y tenerla en cuenta, incluirla, lo mismo con los colegios y amplificar la red mejora muchísimo y agiliza el proceso de tratamiento y evolución. La injerencia de la familia y la sociedad es importante, siempre es un trabajo interdisciplinario el que se da en el tratamiento con el sujeto.
Información sobre el taller
El taller presencial que inicia el 11 de septiembre próximo constará de 8 encuentros grupales presenciales una vez a la semana, los miércoles de 18 a 19.30 hs en la sede de Belgrano del CEETA en Virrey del Pino 2428, 4to piso oficina 27. Estará coordinado por la Lic. Cecilia Palozzo, vicedirectora del CEETA.
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FUENTE: Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA)