En este marco, el ministro de la Cartera de Energía, detalló sobre el proceso comercial que lleva adelante YPF que “está buscando nuevos concesionarios para las áreas que ellos están liberando, la semana pasada hubo algunos inconvenientes con las garantías bancarias que ellos habían solicitado a las ofertas y que estaban buscando la forma de resolverlo, es lo que tengo entendido”. Luego, afirmó que a la fecha todavía no ha sido entregada área alguna en ninguna zona del país.
En dicha etapa comercial, las gestiones de YPF abarcan: “El Proceso Andes, que se hizo a través del Banco Santander, es un proceso que, con diferentes estados y velocidades de trabajo, está en todo el país, en todas las provincias, algunas más avanzadas que otras. Con más ofertas que otras. La zona de Neuquén ha sido la zona donde más ofertas ellos han recibido. Hay áreas que o no han recibido ofertas, o son ofertas menores”.
Sobre las expectativas de nuestra provincia en el desarrollo de estas gestiones, el ministro explicó que existen “diferentes ofertas” que YPF está evaluando.
“Es un acuerdo entre privados. Esperemos que avance lo más rápidamente posible para que existan nuevos inversores en la provincia de Santa Cruz y no se dilate esta situación, que en definitiva es agónica porque YPF no invierte en una empresa que se está yendo”, aseveró luego.
Recientemente, el gobernador Claudio Vidal describió las pérdidas que le genera a las provincias que reciben la coparticipación, por la caída abrupta en la producción de la empresa de bandera.
“Cuando YPF toma la decisión de irse y de dejar de invertir, la responsabilidad desde un primer momento es dejar de tener los equipos de perforación, workover y los pulling, los equipos de mantenimiento y de reparación, pararlos o tenerlos con la menor actividad posible”, puntualizó.
El ministro de Energía rescató una tradición de producción de YPF, en los últimos 80 años, “explotando los recursos naturales de una provincia”, al tiempo que consideró que “tiene que mantener los esquemas de trabajo, de inversión, en forma permanente hasta que exista un nuevo operador que sea el responsable del año, eso no está ocurriendo”.
Las políticas recientes de la empresa argentina -agregó- motivaron la caída en “la producción de una provincia, más de lo que ya venía cayendo porque YPF es una curva de decline permanente en los últimos 15 a 20 años y más este año”, señaló.
A esto, Álvarez marcó que se agregó la temporada invernal que “con las nevadas y demás, que produjeron diferentes tipos de roturas y percances, redujeron aún más la producción en pleno temporal” agregó.
En otro tramo, el ministro explicó que “la decisión empresaria de YPF es irse este año y que el primero de enero del año próximo ya estén centralizadas todas sus inversiones y toda su capacidad de trabajo en Vaca Muerta”. Al respecto, sostuvo que “YPF lo trata de hacer con la mayor rapidez posible invirtiendo la menor cantidad de dinero ante esta situación y esto está generando diferentes tipos de situaciones que se complican, que se dilatan, mientras tanto no invierte, y obviamente que eso es un decaimiento de la producción y un ahorro que está realizando YPF en lo que es el transcurso de este año”.
El ministro recordó que YPF es una empresa que en un 51% es nacional con 80 años de historia de Santa Cruz, con tanta capacidad económica y financiera, aseveró, “mezquinó el aporte de equipos viales y otros recursos durante la emergencia climática de nuestra provincia, esto duele mucho”.
Las proyecciones
La mayoría de las empresas grandes están yendo a los hidrocarburos no convencionales, que es lo que más ganancia o beneficio económico deja, apuntó Álvarez: “Comienzan a aparecer pequeñas y medianas. Mientras las grandes apuntan a más rentabilidad y aquellas pequeñas y medianas empiezan a ocupar los lugares que liberan esas empresas grandes hidrocarburíferas”.
Sin embargo, en el sector minero, “la realidad es diferente”. Durante varios años, con el beneficio económico que generan las empresas mineras no se les ha permitido la compra de divisas, para que lleguen a sus casas matrices en Canadá, en Estados Unidos o en diferentes países del mundo. Esto ha determinado “que los inversores si no pueden ver su ganancia, si no pueden percibir su ganancia, dejan de invertir”.
Por último, Álvarez expresó el deseo que “exista una política macroeconómica a nivel nacional donde los grandes inversores en el sector minero puedan hacerse de las divisas, eso va a permitir mayores inversiones en exploración y producción”.