El gobernador de la provincia de Santa Cruz, Claudio Vidal, recorrió por sorpresa los cargaderos de agua en Caleta Olivia. En tres escuelas, al menos, encontró las válvulas de agua estranguladas.
La situación, de extrema irregularidad, motivó que el mandatario le pida a los gerentes zonales que se presenten en la Justicia para denunciar a los funcionarios a quienes considera responsables de estas situaciones.
Vidal solicitó al Gerente General de Administración, Pablo Gordillo Regada, y al Gerente de Distrito Caleta Olivia, Alejandro Mamaní, que realicen las presentaciones correspondientes ante el Poder Judicial y hagan efectivas las denuncias.
Ayer, el mandatario solicitó las renuncias de estos funcionarios a sus respectivos cargos, tras una reunión a la que convocó a la conducción completa de la delegación de Servicios Públicos Sociedad del Estado, representantes sindicales de los trabajadores agrupados en el Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias, el jefe de la regional de Policía y el intendente local, Pablo Carrizo.
Vidal afirmó que existen fundadas sospechas de acciones de boicot para afectar el normal suministro de agua en la ciudad. Esos supuestos sabotajes tendrían por objeto “robar” el agua potable que se distribuye entre los vecinos residenciales, para cargarla en camiones y venderla en forma particular.
Esa operatoria tendría varios años de antigüedad y el mandatario santacruceño piensa caer con todo el peso de la ley.
A tal efecto, ordenó al jefe de Policía de la regional, control total y custodia de las llaves y válvulas de los acueductos, por encima de los trabajadores de la empresa.