CLAUDIO VIDAL: “Desde Santa Cruz vamos a acompañar, pero no vamos a decir a todo que sí”

El diálogo y el respeto entre los ciudadanos debe ser la vía más sensata en nuestras diferencias. Basta de grietas, de revanchismos y de odios que nos llevan a estar en las antípodas, muchas veces sin salida o estancados.

Me cuesta pensar en términos de “ganadores” y “perdedores”, por más que existan en la práctica; debemos caminar unidos, resolver los problemas juntos si queremos salir de la crisis profunda en la que nos encontramos.

Los temas que angustian a la gente siguen presentes y hay que resolverlos. Que la elección de ayer sea una oportunidad ganada para las mayorías y sea el principio de una nueva etapa en la historia de nuestro país.

Basta de posiciones irreconciliables, basta de entender de oficialismos y oposiciones que solo se ponen zancadas o palos en la rueda para que el otro fracase, si fracasa el gobierno nacional o provincial, es el pueblo el que sufre. Y eso va también para el presidente o los gobernadores, escuchen y dejen participar a todos.

Hoy, deseo que al presidente electo Javier Milei le vaya bien, como a cada uno de los gobernadores e intendentes electos, sean o no de mi partido o la ideología que defiende. Los argentinos debemos comenzar a hacer política de otra manera.

Entiendo que la gente votó un nuevo presidente para que lleve adelante los cambios necesarios, nuevas transformaciones, y está bien, pero eso no tiene que hacerse pasando por arriba de la Constitución, ni de la autonomía provincial, ni del pueblo. Todos tenemos derecho a pensar y actuar en libertad, pero con respeto, tolerancia y responsabilidad. “Nadie se salva solo” dice el Papa Francisco, y es así.

No existen héroes solitarios, grandes dirigentes con verdades absolutas. La búsqueda de consensos y acuerdos programáticos, la búsqueda incansable de acompañamiento y colaboración para la concreción de proyectos y pautas esenciales, así también como establecer principios y valores comunes es algo prioritario.

Tenemos que lograr sacar a nuestros compatriotas de la indigencia, de la pobreza estructural, debemos entender que el hambre en los chicos duele. Hay que actuar rápido para cambiar esta realidad. La urgencia de los gobiernos tiene que ser marcada por las necesidades de cada pueblo.

Desde Santa Cruz vamos a acompañar, pero no vamos a decir a todo que sí, priorizamos el diálogo antes que tomar malas decisiones o de forma unilateral que afecten a otra persona. Tengo esperanza porque empieza una nueva época, depende de nosotros de escribir las páginas de los próximos años que expresen una Argentina solidaria, más igualitaria, desarrollada y productiva.

De ahora en más, el presidente electo tendrá la obligación de velar por las condiciones de vida de todos y cada uno de nuestros compatriotas, sin importar preferencias de ninguna clase. Atrás deben quedar las diferencias, ahora todos somos uno. Eso es lo que deseo y anhelo desde lo más profundo de mi corazón.

Deseo que nos alumbre la honrosa historia de nuestros patriotas, que nos ilumine Dios con su sabiduría, y que nos abrigue el texto de nuestra Constitución en cada decisión que tomemos. En ese camino de respeto, tolerancia y justicia, es donde transita la defensa de la República. Demos por primera vez en la historia un ejemplo de sabiduría y superación. Sumemos en lugar de restar.

Como gobernador de la provincia de Santa Cruz estaré al lado del presidente, para ayudar a solucionar los problemas que atraviesa nuestro país. Y como representante del pueblo de Santa Cruz, defenderé nuestros recursos naturales, nuestros derechos soberanos y nuestras riquezas, que son las herramientas con las que construimos futuro.