62 años de compromiso social y férrea defensa de nuestros derechos laborales y pedagógicos, un camino recorrido por diferentes contextos políticos sociales que nos ha traído a un presente no muy distinto de lo que reclamábamos en tiempos pasados.
Somos un sindicato que entiende a la perfección el rol que se deposita en nuestra labor diaria desde ese mismo momento en que recibimos a esas primeras infancias guiando a nuestros alumnos hacia lugares a veces impensados; función que, lamentablemente, la misma clase política gobernante se ha encargado de horadar y desprestigiar no solo desde lo discursivo sino también accionando desde las practicas más repudiables potenciadas por la rancia actitud de quienes buscaron enfrentarnos con la sociedad basados en argumentos divisionistas que responden a intereses políticos totalmente mezquinos y contrarios a una sociedad con necesidad democrática.
Seguimos estancados, varados y en retroceso en términos educativos por decisión y convencimiento de quienes han gobernado esta provincia por más de 30 años pensando en que se puede avanzar dentro de las escuelas con recetas fracasadas y lejos del consenso de quienes día a día forjan la escuela en Santa Cruz.
La historia de nuestro sindicato nos muestra como actores comprometidos, activos y responsables de nuestro propio presente para poder, de algún modo, comprender y mantener viva esa memoria que nos identifica e impulsa a reinventarnos permanentemente.
El blanqueo salarial, nuestro régimen de licencia, el fin de la intervención de la CSS y la defensa irrestricta de nuestra caja de previsión social son solo algunas de las conquistas que pusieron a prueba a la docencia santacruceña para decirle a la clase gobernante que son aspectos innegociables y muy arraigados en la conciencia de cada uno de nosotros y que, bajo ningún punto de vista, estamos dispuestos a renunciar.
La vida gremial que se erige en un activismo permanente que sorprende y a la vez nos desafía e interpela para seguir buscando caminos más prósperos en materia educativa, salarial y laboral.
Somos tal vez esa huella indeleble, pero también quienes trazamos el camino desde el convencimiento y la honestidad de siempre, pues en estos 62 años y con mucho orgullo, podemos decirle a la sociedad que nuestro compromiso es a diario y se fortalece en cada acción que nos identifica intrínsecamente en cada asamblea, en cada congreso, en cada movilización y acción donde flamea esa única bandera blanca que nos identifica como ADOSAC.
ADOSAC
La lucha continúa…