Donadío explicó que los radiocollares son una herramienta efectiva para comprender la ecología de la fauna. Permiten estudiar cómo los animales seleccionan hábitats, analizar comportamientos migratorios y detectar las causas de mortalidad. Esta información es esencial para conservar y proteger las especies.
La selección de las especies a las que se les colocarán radiocollares, “se basa en los intereses de investigación y conservación. Luego se definen las preguntas a responder y se evalúa la necesidad de utilizar transmisores”.
“Con transmisores en collares estamos siguiendo a guanacos, pumas, choiques, chinchillones anaranjados, zorros grises y colorados en Parque Patagonia, y huemules en la zona del Chaltén”, explicó Donadío. “Y con transmisores en arneses, gallineta austral, lo que permite a los investigadores rastrear sus movimientos y comportamientos de cerca. En este último caso los animales son equipados con una especie de mochila chica”.
Para aquellas especies a las que no es posible colocar collares, el investigador señaló que los transmisores de radio VHF y las unidades de GPS pueden adherirse a caravanas, como es en el caso de crías de grandes herbívoros.
El director científico enfatizó sobre la importancia de garantizar que el uso de radiocollares no tenga un impacto negativo en el comportamiento y la salud de los animales estudiados. “El collar debe representar como máximo el 3.5% del peso del cuerpo del animal”, advirtió. Además, se aseguran de que la circunferencia del collar sea de 1 a 3 cm mayor que la del cuello para que se adapte al crecimiento. Se realizan pruebas en animales cautivos o fácilmente monitoreables antes de utilizarlos en especies sin experiencia previa en el uso de collares.
En cuanto a los desafíos técnicos y logísticos en un entorno como el Parque Patagonia, Donadío destacó que están relacionados con la captura de los animales ya que las tecnologías de radiocollares utilizadas son de vanguardia y han sido probadas con éxito en diversas condiciones en todo el mundo.
El científico detalló que existen varios tipos de radiocollares, desde los más simples, con dispositivos VHF, hasta aquellos con GPS y conexión satelital. Varían en tamaño y peso, adaptándose a las necesidades de las especies estudiadas. “Algunos pesan tan solo 1.5 gramos y se utilizan en pequeños roedores, mientras que otros llegan a los 8 kilos y se emplean en elefantes”. También mencionó la posibilidad de utilizar la tecnología de telefonía celular para enviar datos de los collares de manera remota, aunque esto depende de la cobertura celular en las áreas silvestres.
“Los radiotransmisores, en su forma más básica, son dispositivos VHF colocados en contenedores de plástico o aluminio que se sujetan a animales para rastrear su ubicación. Cuando estos dispositivos se montan en un collar, se convierten en un radio collar”, explica. Existen versiones más avanzadas que incluyen GPS, y algunas incluso se conectan a redes satelitales como ARGOS o IRIDIUM, permitiendo la transmisión de datos a plataformas en línea. “Si el collar tiene solo VHF, los investigadores deben seguir al animal en el campo utilizando un receptor de radio y una antena para detectar la señal de cada individuo, lo que puede ser un proceso laborioso. Los collares con GPS resuelven este desafío al registrar automáticamente los datos de ubicación”.
Para simplificar aún más el proceso y garantizar la recopilación de datos sin tener que recuperar físicamente los collares, se desarrollaron collares con conexión satelital. Estos collares pueden transmitir información a través de satélites, eliminando la necesidad de recuperarlos manualmente. La recuperación del collar solo ocurre cuando el animal muere o cuando un mecanismo programado lo libera, evitando que queden abandonados en el campo. Este enfoque ahorra tiempo y recursos, permitiendo una recopilación de datos más eficiente en estudios de seguimiento de vida silvestre.
En resumen, el uso de radiocollares en investigaciones de conservación en Parque Patagonia es una herramienta esencial para comprender y proteger la fauna silvestre en esta región de Argentina. Gracias a las tecnologías avanzadas y a las precauciones tomadas, los investigadores pueden obtener valiosa información sin poner en peligro a los animales estudiados, contribuyendo así a la preservación de la biodiversidad en esta área única del país.
FUENTE: Agencia Ambiental