𝗔𝗹 𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗟𝘂𝗰𝗮𝘀 𝗣𝗿𝗮𝘁𝘁𝗶:
La respuesta que Ud. hizo pública hace algunos días demuestra la falta de madurez política y el poco o nulo conocimiento del complejo momento que atraviesa la Policía de la Provincia de Santa Cruz.
𝗘𝗻 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝗻𝗲𝗿𝘀𝗲 𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝗺𝗲 𝘆/𝗼 𝗮𝘁𝗮𝗰𝗮𝗿𝗺𝗲, 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗮 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀, 𝗮𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗮𝗹𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀, 𝘀𝘂𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗱𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗮 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀, 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝘁𝗿𝘂𝗹𝗹𝗲𝗿𝗼𝘀 𝘆 𝗮𝘃𝗮𝗻𝘇𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗶𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗶𝘀𝗮𝗿𝗶́𝗮𝘀. 𝗘𝘀𝘁𝗮́ 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶𝗻𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘆 𝗻𝗲𝗴𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝘃𝗮 𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝗻𝗮𝗱𝗮. La situación es sumamente complicada, y es evidente que tanto los gobernantes como muchos sectores de la política oficialista no comprenden lo grave que es tener una Fuerza de Seguridad abandonada a su suerte al momento de desempeñar sus funciones. 𝗣𝗼𝗻𝗲𝗿 𝗲𝗻 𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗶𝗺𝗽𝗮𝗰𝘁𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗶𝘂𝗱𝗮𝗱𝗮𝗻𝗼𝘀. Al no brindarles los elementos necesarios, se está comprometiendo la eficacia de su trabajo y, por ende, se pone en peligro la protección de la comunidad en su conjunto.
El desamparo que vive la Policía refleja la falta de planificación y de priorización de recursos por parte del Gobierno de Alicia Kirchner, lo cual es inaceptable. La seguridad pública es una responsabilidad primordial del Estado, y garantizar que los efectivos tengan los medios adecuados para llevar a cabo su labor es responsabilidad de las autoridades provinciales. Nada de eso está sucediendo.
Debería aprender a escuchar lo que otros tienen para decirle, ya que muchos buscan ayudarlo; 𝗹𝗲 𝗽𝗶𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗺𝗶𝘀𝗲𝗿𝗶𝗮𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀, 𝗻𝗼 𝘀𝗲𝗮 𝘀𝗼𝗯𝗲𝗿𝗯𝗶𝗼 𝗻𝗶 𝗽𝗶𝗲𝗿𝗱𝗮 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗲𝗻 𝗿𝗲𝗰𝘂𝘀𝗮𝗿 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗼 𝘆 𝘃𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗹𝗲 𝗺𝗮𝗿𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝗻 𝗺𝗶́ 𝗽𝘂𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻. 𝗦𝘂 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗼𝗳𝗲𝗻𝗱𝗲, 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗼𝗳𝗲𝗻𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗿𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗮𝗻 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗶́𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝘇 𝗲𝗻 𝗯𝗲𝗻𝗲𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻. Todo el trabajo y sacrificio que realizan es en función de garantizar la seguridad y tranquilidad de los santacruceños, se merecen mayor respeto de su parte.
Le pido que aborde este tema de manera adecuada y urgente, debe pensar en todo aquello que necesitan los policías y en todo lo que les falta para que puedan cumplir con sus obligaciones.
Me preocupa que no entienda -o haga que no está entendiendo- que los trabajadores de la Fuerza enfrentan múltiples desafíos en su labor, y más allá de estadísticas y operativos positivos que puedan registrar los censos, o las mediciones que realicen, las cosas no están bien para ellos. Debería demostrar más empatía, ponerse en lugar de ellos. ¿Tanto odio les tiene?
𝗟𝗼𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗙𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗺𝗲𝗿𝗲𝗰𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝘀𝗮𝗹𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗶𝗴𝗻𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗷𝗲 𝗹𝗮 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘆 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼. Además, es crucial mejorar las condiciones materiales en las que realizan sus tareas.
𝗟𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮𝘀 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗼𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱. Es necesario garantizar el acceso a servicios médicos adecuados, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗽𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗽𝗼𝘆𝗼 𝘆 𝗽𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗯𝗼𝗿𝗱𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗶𝗺𝗽𝗮𝗰𝘁𝗼 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝘆 𝗽𝘀𝗶𝗰𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼.
Otro aspecto para considerar es la 𝗱𝘂𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗷𝗼𝗿𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹. 𝗘𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲𝗿 𝗵𝗼𝗿𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗶𝘁𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗮𝗻𝘀𝗮𝗿 y recuperarse adecuadamente, 𝗲𝘃𝗶𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗮𝗴𝗼𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗳𝗶́𝘀𝗶𝗰𝗼 𝘆 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹 que pueda comprometer el desempeño y su seguridad personal. 𝗟𝗮 𝘀𝘂𝗺𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗮𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗲𝗳𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼.
Resulta imperativo que los gobernantes y los sectores políticos comprendamos lo que está sucediendo y tomemos medidas concretas para garantizar que las Fuerzas de Seguridad cuenten con todo aquello que solicitan sin que ellos puedan reclamar abiertamente porque son sancionados, sumariados, expulsados de la Fuerza. Por eso mi preocupación y las acciones que llevo adelante intentando modificar este presente.
𝗟𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗮 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗶𝗻𝗱𝗶𝘃𝗶𝗱𝘂𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼, 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝗿𝘀𝗲 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹 𝗲𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼. En ningún caso la seguridad debe quedar rehén de disputas partidistas o ideológicas, ni sujeto a la voluntad de una sola persona, ni al revanchismo absurdo de una minoría. 𝗥𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮 𝗶𝗻𝗮𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝗿 𝗹𝗮 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮 𝘂́𝗻𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝗱𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗼 𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗶́𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗳𝗿𝗶́𝗮.
Es lamentable advertir que la Policía es uno de los sectores laborales públicos a los que más se les desconoce sus derechos. ¿Entiende Pratti que es el Gobierno el que debe asegurar condiciones dignas de trabajo e impartir ordenes claras que sean para el bien común? ¿Tendrá en claro que no lo están haciendo? Ud. vive en una realidad paralela, dentro de un gobierno que directamente no vive en la tierra.
𝗗𝗲 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗯𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗶𝗯𝗮 𝗮 𝗱𝗮𝗿𝗺𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗹𝘂́𝗰𝗶𝗱𝗮, 𝗰𝗼𝗻 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗰𝗿𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝗮𝗹𝗴𝘂́𝗻 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼. Creí que, si tanto defiende a la Policía de Santa Cruz, iba entonces a apoyar en el Congreso de la Nación el proyecto de resolución que presenté. Pero, 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗹𝗶𝗴𝗶𝗼́ 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿, 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗿𝗼𝗻𝘁𝗮𝗿 𝘆 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗳𝗮𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗺𝗮́𝘀 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗙𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝘆 𝗮 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱.
𝗠𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘁𝗲́𝗴𝗶𝗰𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮. 𝗠𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗼: ¿𝗔𝘀𝗶́ 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝘇𝗼́ 𝘀𝘂𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗛𝘂𝗿𝗹𝗶𝗻𝗴𝗵𝗮𝗺 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗲𝗰𝗵𝗮𝗿𝗼𝗻?
𝗗𝗲 𝗻𝗶𝗻𝗴𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗿𝗮 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗻𝗲𝗴𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗰𝗿𝗲𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 “𝗶𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱” 𝗲𝗻 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗖𝗿𝘂𝘇, 𝘆𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗹𝗴𝘂́𝗻 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮𝗿, 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼, 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗴𝗶𝗼 𝗼 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝘃𝗶́𝗰𝘁𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂́𝗻 𝗿𝗼𝗯𝗼 𝗼 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮, 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗹𝗼 𝗵𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗲𝗶́𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮𝘀.
𝗛𝗼𝘆 𝗲𝗻 𝗱𝗶́𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗻 𝗲𝗻𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗹𝗶𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗲𝗻 𝗱𝗲𝘀𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗷𝗮, 𝗲𝘅𝗽𝗼𝗻𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘀𝘂𝘀 𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼. Como ciudadanos responsables no debemos permitir que el Gobierno y los medios intenten silenciar u ocultar esta realidad. 𝗟𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝗶𝗴𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝘃𝗲𝗻 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗮 𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿 𝘀𝘂𝘀 𝘃𝗲𝗵𝗶́𝗰𝘂𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗼𝗽𝗲𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝘂𝗺𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗯𝘂𝘀𝘁𝗶𝗯𝗹𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘂𝗺𝗲𝗻. 𝗔𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀, 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗰𝘁𝗮𝘀, 𝗯𝗼𝗻𝗼𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗼𝘆𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮𝘀 𝗮𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗼𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗱𝗾𝘂𝗶𝗿𝗶𝗿 𝗿𝗲𝘀𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹, 𝗰𝗮𝗿𝘁𝘂𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝗶𝗻𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗶𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗺𝗽𝗶𝗲𝘇𝗮 𝗯𝗮́𝘀𝗶𝗰𝗼𝘀. En casi todas las áreas de la Institución 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗻 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝘂𝘁𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮𝘀, 𝗲𝗻 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮𝘀 𝗼𝗳𝗶𝗰𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝘂𝗻𝗮 𝘆 𝗹𝗮𝘀 𝗼𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼𝘀 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗰𝗮𝘀𝗮𝘀. Para que se entienda, ni siquiera hacen el service de las cámaras de fotografía que utilizan para hacer investigaciones porque no hay recursos para pagarlos.
En Caleta Olivia, se robaron las cubiertas de los carros de comida emplazados en la plaza 20 de Noviembre y de otros carros en la plaza “Malvinas Argentinas”, esto sumado a la falta de iluminación y la falta de presencia de la Policía en la zona hace que la delincuencia vea una oportunidad allí.
𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗰𝗶𝗻𝗼𝘀 𝘃𝗶𝘃𝗲𝗻 𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗮𝘀 𝗰𝗮𝘀𝗮𝘀, 𝗲𝗻𝗿𝗲𝗷𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗮́𝗺𝗮𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗮𝗹𝗮𝗿𝗺𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗴𝗮𝗻 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗱𝗶𝗻𝗲𝗿𝗼. 𝗔𝘂𝗻 𝗮𝘀𝗶́, 𝘀𝗼𝗻 𝘃𝘂𝗹𝗻𝗲𝗿𝗮𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝘃𝗶́𝗰𝘁𝗶𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗿𝗼𝗯𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗮𝗹𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗵𝘂𝗿𝘁𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗮 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮.
𝗗𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗵𝗶́𝗰𝘂𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝘀𝗮 𝗹𝗼𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝘂𝗻𝗼 𝘆𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗮𝘃𝗲𝗿𝗶𝗮𝗱𝗼 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗼𝘀 𝗵𝗮𝗻 𝘀𝘂𝗳𝗿𝗶𝗱𝗼 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗴𝗿𝗮𝗱𝗼𝘀, por lo que se presentan problemas de funcionamiento o directamente no funcionan.
Además, 𝗵𝗮𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗮𝗱𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗮𝘁𝗿𝘂𝗹𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗶𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮, 𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗹 𝗵𝗮 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗱𝗼 𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗲́ 𝗱𝗲 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗺𝗲́𝗱𝗶𝗰𝗮𝘀. ¿Cómo es posible afirmar que los policías se encuentran bien? Es imposible. Debemos reconocer la dedicación y vocación de servicio que tienen, ya que cumplen con sus obligaciones en medio del caos que genera el ministerio de Pratti.
𝗘𝘀 𝗺𝗮́𝘀, 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗨𝗱., 𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗿𝗲𝘂𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗶𝘀𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗗𝗶𝗿𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗥𝗲𝗴𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗭𝗼𝗻𝗮 𝗡𝗼𝗿𝘁𝗲 (𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗻𝗼𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗨𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗥𝗲𝗴𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹) 𝘀𝗲 𝗿𝗼𝗯𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 𝗵𝗮𝗻𝗱𝗶𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗶́𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗖𝗼𝗺𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼 𝗥𝗶𝘃𝗮𝗱𝗮𝘃𝗶𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮.
𝗘𝗹 𝘃𝗮𝗻𝗱𝗮𝗹𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗯𝗮𝗿𝗿𝗶𝗼𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗼𝗯𝗼𝘀, 𝗲𝗹 𝗮𝗯𝗶𝗴𝗲𝗮𝘁𝗼 𝘆 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗯𝗮𝗿𝗿𝗶𝗼𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗶𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗹𝗼𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗻𝗰𝗶𝗮. Querer ocultar esta realidad detrás de estadísticas, censos y números que parecen favorables en comparación con el resto del país es una estafa. Se tienen que hacer cargo.
𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮𝗳𝗶𝗿𝗺𝗮 𝗾𝘂𝗲 “𝗹𝗮 𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗘𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼”, 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲 𝗲𝗻𝗴𝗮𝗻̃𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱. De la misma manera, 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗚𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗿𝗲𝗽𝗶𝘁𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗘𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗹𝗮 𝗦𝗮𝗹𝘂𝗱 𝗼 𝗹𝗮 𝗣𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝘀𝗼𝗻 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗘𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼. 𝗠𝘂𝗰𝗵𝗮 𝗵𝗶𝗽𝗼𝗰𝗿𝗲𝘀𝗶́𝗮, los santacruceños sabemos muy bien que 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗖𝗿𝘂𝘇 𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗰𝗹𝗮𝘀𝗲𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗼𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗯𝗿𝗮𝗻 𝘀𝘂𝗲𝗹𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗹𝗶́𝗻𝗲𝗮 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝗯𝗿𝗲𝘇𝗮, 𝗹𝗮𝘀 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗲𝗹𝗮𝘀 𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻𝗮 𝗻𝗶 𝗽𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮𝘀, 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝗰𝗮𝗹𝗲𝗳𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗮𝗴𝘂𝗮, 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗹𝗼𝗮𝗰𝗮𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗰𝗼𝗹𝗮𝗽𝘀𝗮𝗱𝗮𝘀, 𝗲𝗻𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗻 𝗶𝗻𝘃𝗮𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗰𝗵𝗶𝗻𝗰𝗵𝗲𝘀 𝘆 𝗿𝗼𝗲𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀, 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮𝗻 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗺𝗼𝘀 𝗯𝗮́𝘀𝗶𝗰𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲𝗿𝗶́𝗮. 𝗬 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗺𝗮 𝘀𝗮𝗻𝗶𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗳𝗶𝗰𝗶𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮𝗻 𝗺𝗲́𝗱𝗶𝗰𝗼𝘀, 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗿𝗼𝘀, 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀, 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆 𝗿𝗲𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼𝘀; 𝘁𝗮𝗺𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗱𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘁𝗿𝗶𝘇 𝗽𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗿𝗮𝘀𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼. De la misma manera dicen que la Economía crece, pero la provincia está cada vez peor.
𝗔𝘂𝗻𝗾𝘂𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮𝗻 𝗻𝗲𝗴𝗮𝗿𝗹𝗼, 𝗹𝗮 “𝗶𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱” 𝘀𝗲 𝗽𝗼𝘀𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝘆 𝗰𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝗹𝗶𝘁𝗼 𝗿𝗲𝗮𝗹. 𝗡𝗼 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘀𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, exhorto a las autoridades políticas de la provincia a que lleven adelante todas las medidas que se requieran para solucionar esto, la primera de todas debe ser cuidar a los efectivos de la Policía de Santa Cruz.
No hay seguridad posible si las condiciones laborales de los efectivos asignados a sus cumplimientos no son dignas y acordes a las tareas que cumplen cotidianamente. 𝗙𝗼𝗿𝘁𝗮𝗹𝗲𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 𝘃𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗮 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗿𝘃𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗼𝗯𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻.
𝗣𝗮́𝗿𝗿𝗮𝗳𝗼 𝗮𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗺𝗲𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗿𝗲𝘀𝗮𝗹𝘁𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗴𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮 𝗔𝗹𝗶𝗰𝗶𝗮 𝗞𝗶𝗿𝗰𝗵𝗻𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗼𝗻 𝗱𝗲 𝗕𝘂𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗔𝗶𝗿𝗲𝘀, 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗼 “𝗹𝗼𝘀 𝟬𝟭𝟭”.
La cuestión con 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗿𝗮𝗱𝗶𝗰𝗮 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗲𝗻 𝗽𝗼𝗿𝘁𝗲𝗻̃𝗼, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗺𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻 𝗮𝗹 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿 𝗮 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗖𝗿𝘂𝘇.
Su intención no es la de establecerse y contribuir al progreso de la Provincia, 𝘁𝗮𝗻 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻 “𝗮𝗴𝘂𝗮𝗻𝘁𝗮𝗿” 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗮𝗰𝗹𝗮𝗿𝗲 𝘀𝘂 𝘀𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 𝘆 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗮𝗻 𝗿𝗲𝗴𝗿𝗲𝘀𝗮𝗿 𝗮 𝘀𝘂 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗲𝗻. 𝗧𝗿𝗲𝘀 𝗲𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗼 𝘀𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗟𝘂𝗰𝗮𝘀 𝗣𝗿𝗮𝘁𝘁𝗶, 𝗖𝗮𝗿𝗹𝗼𝘀 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻, 𝗥𝗼𝗯𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗔𝗻𝗱𝗿𝗶𝗻𝗼 𝘆 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝗻 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼.
Por todo lo expresado, espero prontamente la situación se modifique.
Saluda atentamente.
Claudio Vidal
Diputado Nacional