Los vecinos de Gregores, sus docentes y con los estudiantes a la cabeza, están protagonizando una movilización histórica. Nadie recuerda en la localidad un movimiento popular de reclamo tan participativo. El miércoles 13 la movilización alcanzó su punto más elevado, con paro docente-estudiantil y una marcha masiva. Los días anteriores se realizaron asambleas y abrazos a las instituciones escolares que fueron recorriendo cada escuela del pueblo.
Las principales autoridades educativas no dan la cara y los funcionarios intermedios prometen inversiones millonarias cuyas cifras cuesta dimensionar. La situación edilicia es desastrosa, especialmente en lo que hace a la calefacción y las instalaciones de gas.
Veamos algunos números.
El presupuesto provincial 2022, prevé 35.831 millones de pesos para educación y cultura. Esto es, apenas un 18% del gasto previsto que suma 200 mil millones. Recomendaciones internacionales consideran que el piso de la inversión educativa es entre el 25 y el 30%. Desde el Partido Obrero levantamos la consigna de duplicación del presupuesto educativo.
El presupuesto 2022 asigna para los edificios escolares, apenas 1.051 millones, o sea, el 0,5% de los 200 mil millones del gasto presupuestado.
Los salarios de los maestros y auxiliares se derrumbaron desde 2016 a la mitad de su poder de compra y no se han recuperado.
Solo 18% para educación, apenas 0,5% para los edificios escolares y salarios de hambre muestran que para el gobierno de Alicia la educación no importa nada.
¿Dónde está el superávit fiscal?
El ministerio de economía informó en la página oficial de la provincia que el año 2021 cerró con un superávit de 13.000 millones de pesos. O sea que le “sobraron” 13 veces lo que tienen previsto gastar en edificios escolares este año. Nadie sabe dónde está esa plata, pero a las escuelas no llegó.
Los informes muy parciales de este año indican que en los primeros seis meses del año la recaudación ha seguido subiendo y en junio batió récords la recaudación de impuestos provinciales.
De junio de 2021 a junio de 2022, los ingresos de la provincia han crecido un 75,75%. Esos fondos tampoco están en las escuelas, ni en los sueldos miserables de auxiliares y docentes.
Sigamos el ejemplo de Gobernador Gregores.
Las asambleas docentes de Gregores, luego las asambleas estudiantiles y las de toda la comunidad educativa, han puesto en debate la política de destrucción del sistema educativo que llevan Alicia y la Presidenta del Consejo de Educación “Chachi” Velázquez. Las asambleas docentes han reclamado a la ADOSAC un paro provincial.
Es que el desastre de la infraestructura educativa es común a todas las localidades. Bastaría una inspección para que se retiren los medidores de gas de las escuelas, como ha ocurrido en 4 de los 6 establecimientos de Gregores, por graves pérdidas de gas. “Queremos estudiar, no explotar” se lee en los carteles que portan los estudiantes en las marchas.
La lucha es por el derecho a estudiar en condiciones dignas. Por edificios, por salarios, por presupuesto para educación.
Estos reclamos del pueblo chocan con los planes de ajuste del FMI, que como declaró la nueva ministra de economía nacional Batakis implican también un “recorte” de los fondos transferidos a las provincias.
Si ahora que la provincia tiene recursos no invierte en educación, ¿Qué nos queda para cuando el ajuste se profundice según las pautas del FMI?
Desde el Partido Obrero proponemos extender las asambleas educativas a toda la provincia, para debatir todos los problemas desde el presupuesto, los edificios, los salarios y las dificultades que plantea la extensión de la jornada escolar de una hora, que intentan imponer en forma inconsulta.
¡¡A la educación pública la defendemos luchando!!
Miguel Del Plá