La noticia de los últimos días fue el aumento récord de la inflación, el valor mensual más alto desde abril de 2002. Con el astronómico 6,7%, se acumula ya un 16,1% en el primer trimestre del año promedio a nivel nacional. En la Patagonia, los valores son más altos aún, y en lo que refiere a los aumentos de alimentos y otros productos de la canasta familiar fueron mayores.
Los gobiernos peronistas de Alberto Fernández y Alicia Kirchner, en crisis y cruzados por las internas, tratan de disimular la situación con medidas cosméticas y totalmente insuficientes. Aprovechando para confirmar en su puesto al ministro de economía Martín Guzmán, anunciaron un bono de 18 mil pesos en dos cuotas, en lo que ellos mismos definieron como un “IFE acotado” que cobrarán los monotributistas de las categorías A y B, las y los trabajadores en negro y empleadas domésticas. Este bono significa aceptar la situación de miseria que existe, pero sus montos no cubren ni de lejos la canasta de indigencia que supera los 40 mil pesos. Los acampes de organizaciones de desocupados, y de los municipales de 28 de Noviembre, confirman que en Santa Cruz hay hambre y el gobierno no hace nada.
Las prioridades de los gobiernos son reducir el costo fiscal, por ejemplo, nación va a gastar en estos bonos y en los miserables 12 mil pesos a jubilados unos 200 mil millones de pesos, mientras que a los bancos y al FMI le va a pagar 10 veces más por intereses y vencimientos. Mientras tanto, el gobierno provincial se otorgó aumentos por debajo de la inflación a estatales por sexto año consecutivo.
Los anuncios de Alberto Fernández también incluyen un nuevo impuesto llamado “a la renta inesperada”, que supuestamente deberían abonar aquellas empresas que facturen más de 1.000 millones de pesos por año. Claro que, como nos tiene acostumbrados el Frente de Todos, esta medida está “en estudio” convocando a “las fuerzas laborales, productivas y políticas” para “construir ese mecanismo”. Traducido: eso va a una mesa de debate donde lo más probable es que no salga nada. Hasta la propia vicepresidenta Cristina Fernández, sin duda tratando de echar leña el fuego a su propia interna con Alberto, sostuvo que este impuesto nunca saldría: “es pura saraza”, afirmó (Infobae, 19/4). Se olvidó de decir que otra expresión del discurso es su propio proyecto de blanqueo para los capitales fugados al exterior. Es que el peronismo kirchnerista sólo busca despegarse discursivamente de las consecuencias del ajuste, mientras sigue diciendo que hay que pagar la deuda y arreglar con el FMI, sólo que ellos “lo hubieran hecho distinto”.
Si cada vez son más los sectores del pueblo trabajador que se sienten desilusionados con el gobierno del Frente de Todos, nada bueno puede surgir tampoco de la oposición patronal de Juntos por el Cambio, tan dividida como el FdT. A nivel provincial tampoco hay mucho que esperar del petrolero Vidal, ni de Reyes quienes debaten en medio de su propia crisis para dirimir las futuras candidaturas. Pero hay un punto donde todos coinciden: si llegan al gobierno avanzarán en un ajuste “mucho más veloz y profundo” que el que llevaron adelante cuando gobernaron entre 2015 y 2019, que incluirá, por supuesto, las reformas laboral y previsional.
El otro aspecto en el que se han puesto de acuerdo desde el gobierno nacional hasta la derecha más rancia de Milei y Bullrich, es que el ajuste tiene que pasar con represión. Lxs compañerxs piqueteros presos o judicializados en distintas provincias, y la campaña anti piquetera y anti huelga que han desplegado todos los partidos patronales, dan testimonio de ello.
Ni el gobierno ni la oposición patronal ofrecen ninguna salida favorable para el pueblo trabajador. Mucho menos Milei, que ahora se despachó con “cerrar el ministerio de Educación” y lanzó un ataque desaforado contra las universidades públicas. Por eso es necesario y urgente el fortalecimiento de una alternativa política que plantee un programa de salida, obrera y popular que, arrancando por romper con el FMI e investigar y desconocer la deuda, resuelva las más urgentes necesidades de salario, trabajo, salud, educación y vivienda.
Esa alternativa es la que venimos construyendo desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad, planteando que deben gobernar los que nunca lo han hecho, los que no tienen complicidades con el ajuste que vinieron llevando adelante durante décadas peronistas, radicales, macristas y liberales, es decir, deben gobernar los trabajadores. Para postular todo esto, el próximo 1° de Mayo, Día Internacional de las y los Trabajadores, realizaremos un acto en todo el país, incluyendo uno en Kirchner y San Martín en Río Gallegos. Desde el FITU te invitamos a participar. Vení con tus compañeras y compañeros de trabajo, estudio, con tus vecinos, amigxs y familiares.