Así lo expresó en un posteo en su red oficial de facebook el legislador nacional Claudio Vidal, la misiva lleva por título: “EN EL REINO DEL REVÉS… BUSCAMOS EN ISRAEL LO QUE YA TENEMOS EN SANTA CRUZ”
No voy a cuestionar o minimizar la participación de la provincia de Santa Cruz en la misión técnica de agua organizada por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), evento al que fueron invitados también otros mandatarios provinciales y autoridades de la Argentina.
Todo aquello que permita que nuestra provincia pueda desarrollarse y mejorar la calidad de vida de los santacruceños es más que bienvenido. Lo que sí voy a cuestionar, y creo que es importante hacerlo, es que se utilice el viaje para ocultar años de desidia, abandono y mala administración de los recursos públicos.
Existen en la provincia muchos proyectos que podrían dar respuesta o mejorar la situación que vivimos, pero estos están “cajoneados” o ignorados en ministerios y unidades ejecutoras a la espera del olvido definitivo. Esto me lleva a preguntarme, ¿qué buscamos afuera que no tengamos en Argentina? ¿para qué seguir sumando propuestas si el gobierno provincial nunca termina de realizar ninguna de las opciones que ya tiene en sus manos? El mundo puede tener muchos técnicos y profesionales que claramente debemos escuchar, pero confío en nuestro material humano, en nuestros académicos, que saben y han demostrado su capacidad en más de una oportunidad. Sabemos lo que hay que hacer, es momento de hacerlo.
La gobernadora Alicia Kirchner viajó a Israel para pedir que nos enseñen a manejar un recurso que es escaso para ellos, pero no para nosotros. Más que cuestiones técnicas, en Santa Cruz falta gestión y políticas que den respuestas concretas, sustentables y a largo plazo. Tenemos el segundo lago más grande de Sudamérica (compartido con Chile) en nuestra provincia; uno de los cursos hídricos más importante de la Argentina, que es el Río Santa Cruz; y una de las reservas de agua dulce más grande del mundo en nuestros glaciares; ¿dónde falta el agua? Ni hablar que sobran recursos humanos destacadísimos que siempre están a disposición buscando brindar respuestas a nuestros problemas, ¿por qué vivimos soportando emergencia tras emergencia en Santa Cruz si tenemos todo para que eso no ocurra?
Si hubiéramos invertido, escuchado, atendido correctamente a nuestros profesionales, ¿cuántos miles de millones de dólares estaríamos ahorrando y cuántos problemas ya estarían solucionados? Si bien es contrafáctico pensarlo o cuantificarlo, la realidad nos muestra que pasan los años, se gastan miles de millones de pesos, se buscan soluciones por el mundo, y en la zona norte de nuestra provincia no hay agua.
Me pregunto, ¿qué inventario de fuentes hídricas maneja el gobierno provincial? ¿qué modelo de gestión de esos recursos utiliza? ¿Qué Ley de Emergencia Hídrica toma en cuenta para disponer de partidas presupuestarias que permitan modificar la realidad que vivimos? ¿De verdad se piensa que la solución es una o dos plantas nuevas de osmosis inversa en Caleta Olivia?
Los proyectos para contrarrestar la falta de agua existen desde hace mucho tiempo. Los mismos fueron pensados, elaborados y presentados en varias oportunidades a lo largo de los últimos casi 20 años. Algunos son más factibles que otros, pero están para implementarse, probarse. ¿Por qué no los llevan a cabo? ¿Tanta es la inoperancia, la ineptitud, tantos son los negociados? Por ejemplo, el acueducto que proviene del lago Buenos Aires ingresó al Congreso Nacional en 2004, es más, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció su construcción en 2015, con una licitación que debió realizarse en marzo de 2016 y el gobierno de Mauricio Macri no llevó a cabo. Desde entonces, nada pasó.
Es importante resaltar que el acueducto Lago Buenos Aires es una de las obras más importantes que pueden pensarse en nuestro territorio para terminar con la crisis hídrica que viven muchas localidades, ya que plantea un programa integral de desarrollo de abastecimiento de agua poblacional y de perfeccionamiento productivo para diferentes áreas económicas que son muy necesarias para el crecimiento económico de Santa Cruz.
Hablamos de una propuesta que siempre resultó seria y sustentable. La mismo nos permitiría dotar de agua suficiente al mejor valle que posee la provincia, por calidad de suelo y temperatura. Si se consiguiera darle riego a esta zona, se podría producir forraje suficiente para toda Santa Cruz, permitiendo desarrollar entre otras cosas, el feedlot que necesita el campo para el engorde de animales. Este riego favorecería la generación de valor agregado en origen, como por ejemplo el lavadero de lana. La otra posibilidad, sería potenciar el desarrollo de la industria de la fruta fina y fruta seca de alto valor, que podría ser exportada fácilmente por los puertos del departamento de Deseado, lo que generaría divisas y puestos de trabajo, con inversión asegurada para los mismos.
Otros proyectos que podemos mencionar, entre muchos que existen: En el 2011 se planteó el dique Los Monos. En 2014 hablamos de la construcción de un acueducto desde Lago Posadas; a diferencia del de Lago Buenos Aires, este no hablaba de construir un acueducto a cielo abierto que permitiera irrigar ocho mil hectáreas, solo hablaba de llevar agua a poblaciones y la industria pesquera.
Sobre el margen del Rio Santa Cruz también existen ejemplos de lo que se puede lograr cuando se aprovechan todos los recursos disponibles. La planificación e inversión privada ha demostrado cómo se puede potenciar suelo infértil utilizando sistemas de bombeo y tecnología disponible en nuestro país, que toma 3.500.000 litros/hora de agua del río para abastecer siete círculos de pastura que suman 986 hectáreas y que hoy mismo están produciendo con indicadores muy buenos. Si un privado pudo avanzar en un proyecto que hoy permite cosechar alfalfa para producción de forraje (entre otros) y el pastoreo bajo riego, insisto con la pregunta, ¿es necesario viajar al extranjero para buscar soluciones? Las acciones de nuestros funcionarios reafirman la ignorancia que existe sobre este tema, y la poca lectura que existe sobre las obras existentes en nuestra provincia.
Es importante escucharnos, atender lo que dicen nuestros académicos, técnicos, ingenieros y licenciados. Lo nuestro también vale, por eso habría que tener en cuenta la investigación que lideran los científicos del CONICET, sobre todo los que están en la Unidad Académica Caleta Olivia (UACO, Universidad Nacional de la Patagonia Austral). Es interesante que en ese lugar se logró desarrollar un calentador de agua de mar para la obtención de agua potable, este puede funcionar con hidrógeno verde algo que es importante. También se debería avanzar con proyectos que tienen como objetivo favorecer la reutilización de agua residual de instalaciones petroleras y mineras, aplicando y desarrollando tecnologías existentes que aumente la reutilización del agua en más del 50% -comprometiendo en este tema a las operadoras petroleras y las grandes empresas de la minería-.
Además, podemos seguir sumando nuevas perforaciones de pozos comunitarios, como los que se plantean en el proyecto de ProHuerta (INTA-MSDS). Y trabajar mejor en la distribución del agua en las ciudades, desarrollando nuevos softwares, como los que se piensan el Instituto de Tecnología Aplicada (ITA) de la Unidad Académica de Caleta Olivia.
Es importante resaltar el destrato y desaprovechamiento de profesionales del INTA que trabajan en nuestro territorio, y de aquellos profesionales nucleados en el Consejo Agrario Provincial. Todos ellos tienen la formación, la experiencia y el conocimiento suficiente para dar respuesta a estos temas, la cuestión es que no se los toma en cuenta. Desde el inicio de la gestión de Alicia Kirchner se desmereció al organismo provincial, restándole preponderancia, invisibilizando a sus funcionarios, técnicos y profesionales, hasta llegar al colmo de generar un instituto paralelo cuyo destino inexorable es la nada misma. Una vez más en Santa Cruz, el absurdo le gano a la planificación. El agua potable hoy es un esquema que funciona gracias a la dedicación de los operarios del servicio público que trabajan todos los días incansablemente para mantener activo un sistema sin recursos e insumos.
Tenemos respuestas, y tenemos la capacidad técnica y humana para hacerlo. Sobran trabajadores para realizar la tarea. Le recomiendo a la Gobernadora que escuche e intente concluir con los proyectos que ya existen, que deje de seguir sumando parches que apenas sirven para salir del paso.