La realidad es que todo apunta a que González lo que trató de evitar es que se realizara un nuevo llamado a elecciones, ya que si asumía el 7 de diciembre como el resto de los Diputados, tenía que haber votación, porque no se cumplían los dos años de gestión mínimo que establece la Ley 55, orgánica de las municipalidades en su artículo 34. Con esta estrategia, y asumiendo después del 10 de diciembre, será Mónica Vila quien quedará a cargo del Ejecutivo municipal durante los dos años restantes.
El Diputado Roquel puso en duda el argumento de “Kaky” y fue duro con el nuevo legislador: “El Diputado electo por voluntad del pueblo tiene la responsabilidad de cumplir con sus funciones. Nuevamente asistimos a un acto de soberbia, impunidad y vulneración del sistema democrático al que nos tiene acostumbrados el Frente de Todos”, sentenció, y agregó que “esta estrategia que desplegó el kirchnerismo responde básicamente a impedir que haya elecciones para elegir a un nuevo intendente perpetuando así su poder y pasando por arriba las decisiones de los vecinos de Deseado”.