La CTA Santa Cruz expresa el más absoluto repudio al destrato que sufren los trabajadores de enfermería de UTI adultos, en la persona de Manuel Piris a quién se ha separado de la UTI contra su voluntad (con el hipócrita argumento de proteger su salud), en una muestra más de persecución por parte de las autoridades sanitarias.
El caso de Manuel no es un tema personal. Manuel lideró una importante lucha, que obligó al gobierno a apurar una paritaria de Salud que había estado frenada por varios años y a producir algunas mejoras.
Es claramente una represalia por ese liderazgo y se suma a una medida similar dispuesta con el compañero Barrientos.
Para las autoridades del Hospital la prioridad es desactivar cualquier foco de organización de bases que pueda surgir. Su objetivo es producir un disciplinamiento y temor en el personal de salud.
Desde la CTA Santa Cruz expresamos nuestra solidaridad con Piris y Barrientos y reclamamos su reinstalación en el servicio de terapia al que pertenecen y el cese de las persecuciones.