El 22 de julio la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) cumple 100 años. Desde 1921 la institución remarca la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de la enfermedad, con la seguridad de que llegar a tiempo es la única forma de reducir la mortalidad del cáncer.
Cada año se detectan 129 mil casos nuevos de cáncer en la Argentina, y mueren anualmente más de 60 mil personas a causa de la enfermedad. Ya en 1921 Helena Larroque de Roffo, fundadora de la institución, remarcaba que la única forma de reducir la mortalidad de los pacientes oncológicos es la detección temprana. “Si bien es cierto que no todos los tipos de cáncer presentan síntomas en su fase temprana, es importante prestar atención a aquellos que sí lo hacen y anticiparse realizando los controles anuales correspondientes porque es la única manera de aumentar las probabilidades de supervivencia y la calidad de vida del paciente”, aseguró María Cristina Espil, presidenta de LALCEC.
100 años sosteniendo un mensaje
Durante toda su vida Helena Larroque estuvo vinculada a la defensa de la salud de la población. Estudió medicina y trabajaba a la par de su marido, el doctor Ángel Roffo, cuando registró uno de los conflictos que se presentaban en los pacientes con cáncer que llegaban al centro de salud: en la mayoría de ellos, cuando se presentaba el diagnóstico ya era tarde. A principios de siglo las tecnologías para detectar el cáncer eran precarias, sin embargo, con chequeos médicos podían prevenirse algunas de las complicaciones. Si bien la mortalidad por cáncer en Argentina comenzó a descender de forma significativa a partir del 1980, ya en su época Larroque reconoció la importancia del tiempo en la lucha contra la enfermedad.
“Era una mujer con gran humildad, una luchadora incansable. En ese momento que una mujer saliera a visibilizar una enfermedad no era habitual”, señaló Graziella Donnet, histórica voluntaria de la institución y ex presidenta de LALCEC. Convencida de que para reducir las muertes por cáncer y mejorar la calidad de vida de los pacientes tenía que educar a la población, Larroque fundó la Liga. “Eran un equipo de voluntarios que querían lograr que la gente hablara sobre cáncer, sobre los síntomas, las formas de prevenir, perder el miedo a nombrarlo. Hoy podemos decir que fue ella quien logró instalar la palabra prevención en boca de todos”, agregó Donnet.
A lo largo de un siglo, los y las integrantes de LALCEC encontraron distintas maneras de funcionar como puente entre las demandas de la sociedad y las respuestas del Estado. Incluso dando respuestas concretas en el acceso a la salud, como sucede con el mamógrafo móvil, que desde 1999 ofrece mamografías gratuitas a mujeres en edad de riesgo y sin cobertura médica de cada rincón del país, o bien la iniciativa “Chau Pucho”, un equipo que empezó de la mano de un grupo de personas que estaban decididas que dejar de fumar es la forma más efectiva de prevenir y evitar el cáncer de pulmón. “En todas las campañas la clave es el seguimiento. Si vos tirás la bomba y escondés la mano, el diagnóstico no tiene sentido”, detalló Espil y relató: “nos adaptamos a las épocas y a los cambios científicos que ha habido. Y no nos cansamos de trabajar porque vemos los buenos resultados que tenemos”.
La posibilidad de prevenir
Si bien existen cerca de 200 tipos de cáncer en el mundo, hay una serie de ellos que históricamente tienen más incidencia en las sociedades, es decir que afectan a un número mayor de personas. “Con la pandemia hubo un retroceso muy grande en cuanto al acceso a los chequeos correspondientes para prevenir diagnósticos avanzados de cáncer. Nosotros en medio del confinamiento nos animamos a decir: salí de casa, andá al médico. Porque así como Helena supo ver hacia adelante, sentíamos que era necesario mirar hacia el futuro”, describió Donnet.
Existen al menos seis tipos de cáncer que, detectados a tiempo, tienen un mejor pronóstico y mayor probabilidad de sobrevida. Estos son el cáncer de pulmón, próstata, piel, útero, mama y colon. Salvo el cáncer de pulmón que requiere una tomografía de baja radiación para un grupo de riesgo específico, todos los demás tienen estudios de diagnóstico accesibles y poco invasivos que nos sirven para detectarlo en sus primeros estadíos ya que muchos de estos son asintomáticos en dichas etapas. En ciertos tipos de cáncer, como el de próstata, colon y mama, la edad es un factor determinante, por lo cual es central la realización de chequeos anuales como la mamografía a partir de los 40 años para todas las mujeres. Por otro lado, a partir de los 50 años todos deben realizarse una colonoscopia y es primordial para los hombres incorporar a su chequeo el examen de tacto rectal y análisis de PSA en sangre.
Desde LALCEC remarcan que llamar al cáncer por su nombre se trata de entender que la enfermedad existe, y que cuánto más atención le pongamos a nuestra salud, más cerca estaremos de hacer la diferencia y reducir la mortalidad del cáncer en la sociedad.