La reciente carta pública de Claudio Vidal, secretario general del gremio petrolero, dirigida a Alicia Kirchner reprochándole la política educativa y exigiendo la presencialidad, no sólo sube al clan gobernante al carro de los Bullrich y Larreta, sino que además despunta las primeras cartas de lo que será la contienda electoral de medio término en la cuna de la camarilla kirchnerista
La elección de 2019
Resulta que en 2019 Alicia Kirchner se alzó con la Gobernación de la mano de Claudio Vidal y Javier Belloni, actual intendente de El Calafate, los tres candidatos a gobernador de la provincia por el Frente de Todos. En aquella oportunidad, Ley de Lemas mediante, Alicia Kirchner se llevó el triunfo dentro del frente electoral y con ello sumó los votos que cosecharon Vidal y Belloni con la estrategia audaz de robarle votos a la oposición, haciendo jugar al petrolero y al intendente calafateño de rivales internos del gobierno. Es decir, haciendo una campaña con una dura crítica a la primer gestión de gobierno de la cuñada de la expresidenta Cristina Fernández.
Cabe aclarar que ambos candidatos habían amagado meses antes de las elecciones a ir por fuera de la estructura kirchnerista, pero finalmente se quedaron en el Frente de Todos. Esta estrategia terminó de hundir al actual senador Eduardo Costa, que ya había perdido tres elecciones con el peronismo en 2007, 2011 y 2015 a pesar de figurar como el posible recambio electoral frente al régimen kirchnerista. Terminaría cayendo de 67 mil votos en 2015 a 25 mil en 2019. Un derrumbe estrepitoso.
Sin embargo, Alicia Kirchner también caería de 57 mil votos en 2015, más los que le sumo el exgobernador Peralta, a 36 mil en 2019. ¿A dónde fueron entonces los votos que perdieron los dos principales candidatos de la provincia? La respuesta es clara, a los opositores internos del Frente de Todos. Belloni se llevó 32 mil votos y Vidal se alzó con 24 mil.
La misma estrategia, diferente elección
Mientras la ley de Lemas le permitió a Alicia consagrarse como gobernadora con 93.500 votos que resultan de la suma de los obtenidos por Vidal, Belloni y ella misma, la elección de medio término no le dará esa posibilidad.
Un escenario posible es que las tres fuerzas internas decidan dirimir sus candidatos en las PASO, lo que nos llevaría a una campaña muy similar a la de 2019, con la salvedad que los candidatos no se pueden sumar los votos, sino dirimir quien encabezará las listas de diputados en la general, en una elección donde sólo se ponen en juego dos cargos. De ser así, si los de Alicia ganan, ¿a dónde irán los votos anti-K que eligen por Vidal y Belloni en la interna peronista? Es una incógnita, pero es seguro que una gran parte de los desencantados no correrá esta vez con el caballo del comisario.
Si ganan Vidal o Belloni, o una alianza de ambos, el golpe al desgastado gobierno de Alicia podría agudizar la crisis interna que ya sufre la coalición de gobierno.
El otro escenario es que los opositores internos jueguen por fuera de las listas del oficialismo (para el caso el partido de Vidal ya tiene personería jurídica), pero ese escenario adelantaría la crisis y debilitaría de antemano la gestión de una Alicia Kirchner que aún tiene dos años de mandato por delante, en medio de una crisis que se agudiza cada día más.
Las declaraciones de Vidal
El acuerdo salarial con paz social que firmó el secretario general de petroleros, en medio de un proceso inflacionario descomunal, lo coloca como un aliado programático del ajuste de Alicia. Sin embargo, al mismo tiempo que realiza declaraciones de volver a la presencialidad escolar a cualquier costo, que no sólo pone de manifiesto que al Frente de Todos le importa poco la educación y la salud, también alumbra que la crisis social, sanitaria y económica se ha colado dentro de las filas del gobierno y que la más mínima presión social puede abrir un nuevo escenario político en la provincia.
Partido Obrero Santa Cruz