En un nuevo mensaje audiovisual del Ministerio de Salud y Ambiente, Rolando Nervi, médico del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital Regional Río Gallegos, se refirió a la labor que se lleva adelante en dicha área. Además hizo alusión a los cuidados que se deben adoptar al momento de cumplir funciones en el lugar, la ocupación de camas, a los procesos de aprendizaje por los que atravesó el personal de salud e instó a la comunidad a ser responsable y respetar las medidas sanitarias.
En primer término, Nervi expuso algunas de las características del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital de la ciudad de Río Gallegos. “Tradicionalmente se trata de una unidad polifuncional, es decir que atiende todo tipo de patologías ya sean cardiacas, post quirúrgicas, politraumatismos, problemas respiratorios que es la problemática que hoy nos ocupa. Es un servicio que habitualmente tiene ocho camas y que fue para lo que se preparó la dotación de personal actualmente”, detalló. En ese sentido, remarcó que desde hace dos años se está trabajando con otras cinco camas anexas también de manera polifuncional y de algún modo dando prioridad al servicio de hemodinamia que fue una ampliación muy importante a la comunidad.
“En el mes de febrero con algunos profesionales no solo del servicio sino también del área de epidemiología, enfermeros, personal de limpieza y del departamento de control de infecciones que tiene el hospital, empezamos a prepararnos por la situación que se estaba dando a nivel mundial. Es así que comenzado a preparar el recurso humano como la infraestructura, dando ciertas pautas del crecimiento de la Terapia Intensiva como ir viendo la expansión en caso que se diera en la ciudad de Río Gallegos”, recordó.
Respecto al proceso y la logística que se concretó ante alguna eventualidad, precisó que hubo muchas recomendaciones a nivel internacional. “Hubo tiempo para prepararnos en la parte científica, estudiar y ver lo que se hacía y funcionaba en otros lugares y después con la dinámica de la pandemia tuvimos una especie de desilusión porque las cosas que se empezaron a realizar en el inicio de la misma no fueron del todo efectivas y hubo que recambiar el tratamiento de los pacientes y basarse en la experiencia de otros países o algunos estudios y la aplicación de tratamientos compasivos y lo que actualmente se está haciendo con pacientes con COVID – 19”, relató.
En cuanto a tratamientos compasivos, expuso que se trata de procedimientos que se usan en situación de pandemia o por una experiencia científica, no hay a largo plazo comprobación de que el mismo sea efectivo. Por lo tanto, es una situación bastante compleja.
En otra parte del mensaje, remarcó que el servicio en el cual se desempeña tenía ocho camas, luego se pasó a catorce y actualmente cuenta entre veinte y veinticuatro camas. “Eso lleva a una ocupación de terapia de más de ciento veinte o ciento treinta por ciento. Ahora estamos con una ocupación de dieciocho a veinte camas. Con el apoyo del Ministerio de Salud de Nación y del Ministerio de Salud y Ambiente de la provincia se consiguió recursos técnicos, equipamiento, monitores, respiradores para ir ampliando el servicio. Lo que no tenemos como pasa en otras áreas afectadas a COVID – 19 es la cantidad suficiente de recurso humano”, explicó.
En relación a los cuidados y medidas que debe adoptar el personal que trabaja en Terapia Intensiva como en otras áreas del hospital, expuso: “Puntualmente lo que es la patología de COVID, nosotros tuvimos que aprender a trabajar de una manera particular porque son pacientes extremadamente infecto – contagiosos. La transmisibilidad del virus es como nunca antes se ha visto y de hecho la particularidad de la pandemia nos hizo extremar y aprender a trabajar en cómo vestirnos, cuidarnos, cuidar al enfermero que trabaja con nosotros. Eso implica una importante carga de trabajo porque hay que trabajar con un equipo de protección que a veces son dos o tres capas de elementos de protección entre guantes, camisolín, dos barbijos, antiparras, cofia, protección facial que implica ponérselos de una manera correcta pero quitárselo bien para no contaminarse”.
Las situaciones de estrés por las que atraviesa el personal es otro de los aspectos que consideró en el mensaje. “Es una situación bastante inédita para todo el personal. Son pacientes muy lábiles que uno los ve bien y de un momento a otro entran en situaciones de emergencia y en las cuales hay que hacer las cosas de manera adecuada y lo más rápido posible pero a la vez utilizando todo el equipo de protección personal”, agregó.
“Los pacientes cuando llegan a Terapia Intensiva están en un estado crítico y muchas veces es muy difícil estabilizarlos”, recalcó.
Respecto a los ingresos de pacientes graves a dicha unidad en el último mes, comentó que el promedio está entre dos o tres pacientes por día más los que ingresa a la sala común que tiene un área respiratoria exclusiva.
Además expresó que actualmente el personal está sobrepasado por la cantidad de personas enfermas que ingresan al mismo tiempo y el estado de gravedad que presentan. “Es una situación bastante tensa, extenuante y preocupante porque lo que vemos desde el servicio de salud, es que lamentablemente la comunidad no acompaña en esto”, resaltó.
“Se sabe que a mayor circulación de gente más circula el virus, más enfermos va a haber y peores resultados vamos a tener y lo que vemos es que como sociedad no estamos acompañando al sistema de salud y a la gente enferma porque se sigue circulando cada vez de manera menos solidaria y responsable”, enfatizó.
En ese contexto, Nervi se dirigió especialmente a la comunidad: “Para toda persona o sociedad, esto es una cuestión de responsabilidad individual. No es como subirse a un auto o ir a 300 kilómetros por hora sin el cinturón y luego de haber tomado una bebida alcohólica antes. Uno se está exponiendo a tener consecuencias adversas desde sus propios actos y en esto que es una enfermedad infecto – contagiosa si bien no será un trauma, las consecuencias serán traumáticas. La gente a la que le toca transitar la enfermedad de manera grave no la pasa bien”.
A su vez, manifestó que se trata de una enfermedad prevenible que requiere del lavado de manos, del uso del barbijo, distanciamiento social. “Es comprensible lo que estamos pidiendo y no lo estamos viendo y eso se ve reflejado en la cantidad de contagios diarios que se han multiplicado en los últimos días. Esto es una cuestión de responsabilidad individual más allá de que el estado haya decretado normas y si no se las cumple, no hay forma de detener esto”, consideró.
Finalmente, el profesional reflexionó acerca del personal idóneo y la necesidad de recurso humano en este tiempo de pandemia. “Ahora nos toca a nosotros vivir de primera mano lo que se vio en otros lugares del mundo. Nosotros somos pocos, somos cinco médicos y contamos con la colaboración de otros dos médicos del hospital cubriendo parcialmente los horarios. Nos cuesta mucho y a través de gestiones del Ministerio de Salud y Ambiente, de Nación o propias porque hablamos con colegas desde el aspecto personal para que vengan a colaborar. Los enfermeros y médicos capacitados o habituados a trabajar en este tipo de situaciones, no abundan. Lleva mucho tiempo aprender a trabajar y desenvolverse en eso. El recurso formado es escaso además que no somos inmunes al virus”, concluyó.