El director del Colegio Julio Ladvocat y personal del IDUV denunciaron que los tanques de agua no tenían caños de rebalse, y los flotantes estaban violentados y doblados, lo cual se provocó que se inunde el edificio y como consecuencia se destruyera el sistema eléctrico.
La reparación del sistema de electricidad que fue destruido tiene un costo que ronda al millón de pesos. Cabe destacar, que esta institución educativa no necesitaba arreglos de envergadura y no estaba previsto que sea intervenida en el marco del plan escolar que está ejecutando el Consejo Provincial de Educación y el Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV). El edificio se encontraba en condiciones aceptables para el dictado de clases.